La Ley Orgánica de Comunicación se aprobó en junio de 2013, en medio de muchos cuestionamientos de la Relatoría de Libertad de Expresión de la OEA, de la Relatoría Especial de Libertad de Expresión de la ONU, de organismos defensores de los derechos humanos y de las libertades de expresión y de prensa, como Human Rights Watch, Freedom House, World Association of Newspapers, Reporteros sin Fronteras, Comité de Protección de Periodistas, Sociedad Interamericana de Prensa y prestigiosos medios de comunicación del mundo.
La ley contemplaba el nombramiento de un superintendente de Comunicación, elegido de una terna presentada por el presidente de la República. El designado fue el licenciado Carlos Ochoa, hasta ese momento presentador estelar de noticias de Gamatv, canal incautado y al servicio del Gobierno, con una línea muy dura en contra del periodismo independiente. El proceso de designación recibió algunas críticas...