El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, está llevando al país al abismo. Todos los días,
desde el pajarito en forma de Chávez que se le apareció, hasta hoy, no deja de
sorprender.
La falta general de alimentos y otros artículos
básicos, parece que es virtual, ya que aunque las redes se inundan de fotos con
estanterías vacías, él y sus jerarcas del ‘gobierno’ dicen que es un
invento. Al parecer la gente hace horas de cola, porque no tiene otra cosa que
hacer.
Esta semana, el gobierno se despachó con diferentes tipos de cambio para el
dólar, en otro intento estéril por querer ordenar algo de la caótica economía. Y este viernes, el ex
conductor de metro aprovechó el 57º aniversario de la caída de la dictadura de
Marcos Pérez Jiménez en 1958, para acusar a los expresidentes de Chile,
Sebastián Piñera; México, Felipe Calderón; y Colombia, Andrés Pastrana, de
apoyar un “golpe de Estado económico” y “estar financiados por el narcotráfico”, por visitar Venezuela
el próximo lunes para asistir a un evento organizado por un sector opositor.
Por enésima vez, como en acusaciones anteriores, dijo “tengo muchas pruebas”,
pero nunca las presenta.
Es obvio que el declinante mandatario con una cifra récord de bajo apoyo popular, carece de varias aptitudes, pero desde
hace un tiempo se suma la falta de sentido común, o lo que es peor, sentido del
ridículo.
El presidente Maduro y Venezuela desde el espacio
