Por Gustavo Abad. |
debían formar “soldaditos de la revolución” y que era urgente engordar el Código
Penal con un nuevo delito: “periodismo delincuencial”.
‘Soldaditos de la Revolución’. |
En un régimen donde faltan pensadores y sobran publicistas, las visitas de estos aventureros llegan a tener efectos demoledores para la libertad de pensamiento. Quizá por ello se pretenden hacer enmiendas constitucionales para incluir a la comunicación como un servicio público, en contra de toda una tradición de pensamiento social y humanista que la ha definido y ejercido como un derecho. Ahora resulta que esa cualidad humana -demasiado humana, diría Nietzsche- que nos sirve para reconocer nuestro lugar en el mundo, que nos ayuda a vivir, amar, soñar y crear, se reduce a un trámite de ventanilla como la luz y el teléfono. Vaya manera de entender lo público.
Hago estas reflexiones cuando termina en Guayaquil la II Cumbre de Periodismo Responsable (CUPRE) convocada por el oficialismo.