ALGUIEN LO TIENE QUE DECIR


OPINIÓN AJENA

Viste, el negocio es ser asambleísta (…), ese man ha comido hasta ahora, entre los tres hospitales, como USD 2 millones.
Uno de los mensajes en el teléfono de José Alfredo Santos (alias Chofer), uno de los hombres cercanos al exasambleísta preso Daniel Mendoza, en la trama de corrupción de la adjudicación de obras en Manabí.
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CON 'LOS CINCO SENTIDOS DEL PERIODISTA', según Ryszard Kapuściński (1932-2007).

Maduro y la profecía del escritor fantástico Ray Bradbury

La esquizofrenia y alucinaciones del presidente “ilegítimo” de Venezuela, Nicolás Maduro, parecen agravarse cada día. Ahora confesó, con la espontaneidad ridícula que le caracteriza, que fue al futuro y volvió.
En un discurso que, por primera vez, habló de su gobierno cívico-militar, dijo: “Tengan la seguridad. Se los digo con certeza. Ya yo fui al futuro y volví y vi que todo sale bien y que la unión cívico-militar le garantiza la paz y la felicidad a nuestro pueblo”.

Como habitual proveedor incansable de disparates, las redes se han hecho una fiesta con memes y comentarios, en especial, aludiendo a la famosa película Volver al futuro. Pero, de lo que he leído y escuchado, lo que más me gustó fue la opinión del analista internacional, el argentino Claudio Fantini, entrevistado esta mañana por Marcelo Longobardi en su programa de radio Mitre de Argentina. Con su reconocida erudición, Fantini, recordó el cuento del escritor de literatura de anticipación, Ray Bradbury (1920-2012), El convector Toynbee, relato de ciencia ficción, publicado en Playboy en 1984.
En la imaginación del autor estadounidense, el protagonista viaja al futuro y vuelve en una máquina del tiempo, cosa que en el caso de Maduro, aún no sabemos en qué se desplazó.

El viaje en el tiempo del mandatario se suma, entre muchos otros dislates, a su encuentro en 2013, con el fallecido presidente Hugo Chávez quien se le apareció como “pajarito” y lo bendijo para ser su sucesor en el poder.
“De repente entró un pajarito, chiquitico, y me dio tres vueltas acá arriba. Se paró en una viga de madera y empezó a silbar, un silbido bonito. Me lo quedé viendo y también le silbé, pues. 'Si tú silbas, yo silbo', y silbé. El pajarito me vio raro, ¿no? Silbó un ratico, me dio una vuelta y se fue y yo sentí el espíritu de él”, dijo, durante aquella campaña electoral.

En mi opinión, lo que este político incapaz necesita, es más terapia que imaginación. Y por como está el país, ¡que sea urgente!

Un mapa que preocupa

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