¿Qué tiene el niño?
-Cáncer, me respondió su padre. Era casi obvio. Estaba sin pelos, sin cejas y con una mascarilla. Subieron en el hospital Baca Ortiz a un articulado de la Ecovía este miércoles a media tarde. Pese al cuadro conmovedor del niño, dos jóvenes sentados negaban la realidad haciéndose los distraídos.
Le dije a uno: -flaco por qué no le das el asiento? Se levantó y en su lugar pudo sentarse el padre con su hijo. Con mi indignación que no cabía en el transporte llegamos a la terminal de Río Coca. Empezamos a bajar y veo que el hombre y su hijo buscan sorprendidos algo en el suelo debajo de los asientos. Me vuelvo y pregunto qué pasó.
-No tengo mi billetera, dice, ante la indiferencia general.
¿La perdió o se la robaron? Quién puede saberlo.
Le pregunto adónde van y ayudo con unos dolaritos. Dimitri, el niño, tiene arcadas y babea frente a todos y frente a 'nadie'. Le doy un alfajor y un chocolatín y ambos abandonan la terminal.
Yo, sin querer ser ejemplo de nada, mastico y no puedo trabar la indignación y me pregunto:
-¡Qué carajo está pasando con algunos jóvenes y la indiferencia de muchos!
-Cáncer, me respondió su padre. Era casi obvio. Estaba sin pelos, sin cejas y con una mascarilla. Subieron en el hospital Baca Ortiz a un articulado de la Ecovía este miércoles a media tarde. Pese al cuadro conmovedor del niño, dos jóvenes sentados negaban la realidad haciéndose los distraídos.
Le dije a uno: -flaco por qué no le das el asiento? Se levantó y en su lugar pudo sentarse el padre con su hijo. Con mi indignación que no cabía en el transporte llegamos a la terminal de Río Coca. Empezamos a bajar y veo que el hombre y su hijo buscan sorprendidos algo en el suelo debajo de los asientos. Me vuelvo y pregunto qué pasó.
-No tengo mi billetera, dice, ante la indiferencia general.
¿La perdió o se la robaron? Quién puede saberlo.
Le pregunto adónde van y ayudo con unos dolaritos. Dimitri, el niño, tiene arcadas y babea frente a todos y frente a 'nadie'. Le doy un alfajor y un chocolatín y ambos abandonan la terminal.
Yo, sin querer ser ejemplo de nada, mastico y no puedo trabar la indignación y me pregunto:
-¡Qué carajo está pasando con algunos jóvenes y la indiferencia de muchos!