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Crece la polémica en Uruguay por la propuesta del Partido Comunista de eliminar el Liceo Militar Gral. Artigas. La idea fue compartida en principio por el Movimiento de Participación Popular, del presidente José Mujica, aunque con los días le bajaron el perfil.
Esta es otra de las consecuencias del incidente protagonizado por militares uruguayos en Haití.
Creo que el debate sería oportuno para ir bastante más lejos y eliminar los militares del país. Una fuerza improductiva, de más de 30.000 personas que se gastan casi el 2% del Producto Bruto Interno, unos 500 millones de dólares (2010), que se podrían destinar a mejor salud, educación y servicios.
¿Por qué no hacer como Costa Rica, que en un hecho histórico, que se celebra cada 1º de diciembre, abolió el ejército?
Claro que para hacer frente a esa masiva desocupación, se podría capacitar a esa gente y hacer que decenas de cuarteles, con grandes pistas de guerra, en un país tan pequeño e históricamente respetuoso y pacífico, se conviertan en centros de estudio, investigación y deportes, para que miles de jóvenes, con talento pero sin dinero, puedan estudiar y dar un mejor aporte al país, bastante más productivo que aprender a manejar armas para matar a alguien, o lo que es peor, apuntarlas contra los propios compatriotas.
Por si no hubiera elementos suficientes, les recomiendo leer
La ciudad y los perros, una de las mejores novelas de Mario Vargas Llosa, quien no cuenta lo de otros, sino el calvario que vivió durante dos años de ‘estudios’ militares.
Esta es otra de las consecuencias del incidente protagonizado por militares uruguayos en Haití.
Creo que el debate sería oportuno para ir bastante más lejos y eliminar los militares del país. Una fuerza improductiva, de más de 30.000 personas que se gastan casi el 2% del Producto Bruto Interno, unos 500 millones de dólares (2010), que se podrían destinar a mejor salud, educación y servicios.
¿Por qué no hacer como Costa Rica, que en un hecho histórico, que se celebra cada 1º de diciembre, abolió el ejército?
Claro que para hacer frente a esa masiva desocupación, se podría capacitar a esa gente y hacer que decenas de cuarteles, con grandes pistas de guerra, en un país tan pequeño e históricamente respetuoso y pacífico, se conviertan en centros de estudio, investigación y deportes, para que miles de jóvenes, con talento pero sin dinero, puedan estudiar y dar un mejor aporte al país, bastante más productivo que aprender a manejar armas para matar a alguien, o lo que es peor, apuntarlas contra los propios compatriotas.
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Actualización
La justicia militar procesó a los cinco marinos por desobediencia y omisiones en el servicio. Ahora empieza el juicio penal.
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