Marineros sin mar


Este martes se inauguró en Santa Cruz, Bolivia la Escuela Militar de Defensa y Seguridad del ALBA, Alianza Bolivariana de las Américas.
Por décadas hemos cuestionado y combatido la tristemente célebre Escuela de las Américas, establecida en Panamá en 1946, y luego trasladada a Fort Benning, Georgia en 1984. Hoy, resulta que se replica ese fenómeno, pero con efecto contrario en Bolivia, “para formar militares y una doctrina de defensa”, según la joven Secretaria de Defensa boliviana, María Chacón.
¿Será para dar algún golpe de Estado en Estados Unidos, o contra el Fondo Monetario Internacional y sus nefastos Memorandos de Entendimiento?
La verdad que los millones de dólares para más gastos militares en nuestros países pobres, podrían ser destinados para profesionalizar y equipar las tan devaluadas policías regionales, hacer carreteras y construir puentes. O, contrariamente a lo que dijo la joven Secretaria de Defensa de Bolivia que ‘no es una carrera armamentista, sino de hermandad’, por qué no hermanarse para luchar contra la pobreza, los abusos contra la libertad de expresión y combatir los males históricos de nuestro continente.

Datos para no olvidar
Jorge Llueca, con la autoridad de haber sido presidente de Panamá, embajador de su país en la ONU y canciller panameño, describió a la otrora Escuela de las Américas, como “la base más grande para la desestabilización en América Latina”, y muchos diarios internacionales como "La Escuela de Asesinos”.

En 2001, la Escuela de las Américas, pasó a ser el eufemístico “Instituto del Hemisferio Occidental para la Cooperación de Seguridad”. En el mismo edificio e igual lugar, están los mismos instructores enseñando las mismas lecciones de crueldad, tortura y represión.
Cientos de miles de latinoamericanos fueron torturados, violados, asesinados, desaparecidos y obligados a refugiarse por ‘instructores’, soldados y oficiales, entrenados o ‘adoctrinados’ en esa Escuela.


CON 'LOS CINCO SENTIDOS DEL PERIODISTA', según Ryszard Kapuściński (1932-2007).

ALGUIEN LO TIENE QUE DECIR


OPINIÓN AJENA

Viste, el negocio es ser asambleísta (…), ese man ha comido hasta ahora, entre los tres hospitales, como USD 2 millones.
Uno de los mensajes en el teléfono de José Alfredo Santos (alias Chofer), uno de los hombres cercanos al exasambleísta preso Daniel Mendoza, en la trama de corrupción de la adjudicación de obras en Manabí.
www.primicias.ec


Un mapa que preocupa

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