Por Ricardo Peirano.
Se cumplen en 2015 los 800 años de la firma del documento conocido como la Carta Magna entre el rey Juan Sin Tierra y los nobles ingleses, para limitar el poder real en cuanto al establecimiento de impuestos para financiar la guerra y otros gastos de la corona. De allí comenzó un largo proceso de limitación al poder del rey, ya que este no podía imponer impuestos sin el consentimiento de sus súbditos, lo que luego se conoció como el principio de que no hay impuestos sin representación parlamentaria que los autorice. Fue este un principio esencial en la historia de Occidente y permitió ir limitando poco a poco el poder absoluto de los monarcas que concentraban el Ejecutivo, el Legislativo y el Judicial en su propia persona.
Se cumplen en 2015 los 800 años de la firma del documento conocido como la Carta Magna entre el rey Juan Sin Tierra y los nobles ingleses, para limitar el poder real en cuanto al establecimiento de impuestos para financiar la guerra y otros gastos de la corona. De allí comenzó un largo proceso de limitación al poder del rey, ya que este no podía imponer impuestos sin el consentimiento de sus súbditos, lo que luego se conoció como el principio de que no hay impuestos sin representación parlamentaria que los autorice. Fue este un principio esencial en la historia de Occidente y permitió ir limitando poco a poco el poder absoluto de los monarcas que concentraban el Ejecutivo, el Legislativo y el Judicial en su propia persona.