Este mes de noviembre hizo un año del estreno y visita a Ecuador del cineasta chileno, Miguel Littín, quien presentó su última película, Allende en su laberinto (2104). La buena noticia es que quienes no la han visto, ahora lo pueden hacer en Netflix.
La obra cuenta las últimas horas del presidente Salvador Allende, junto a sus
colaboradores más cercanos, en el Palacio de la Moneda, el 11 de septiembre del
1973. Tenía 64 años, y según el filme se habría suicidado, como una de las
hipótesis más conocidas.
Pero el premio Nobel colombiano García Márquez, dijo que “Allende murió en un intercambio de disparos con esa patrulla. Luego todos los oficiales, en un rito de casta, dispararon sobre el cuerpo. Por último un oficial le destrozó la cara con la culata del fusil. La foto existe: la hizo el fotógrafo Juan Enrique Lira, del periódico El Mercurio, el único a quien se permitió retratar el cadáver. Estaba tan desfigurado, que a la Sra. Hortensia Allende, su esposa, le mostraron el cuerpo en el ataúd, pero no permitieron que le descubriera la cara.
El drama ocurrió en Chile, para mal de los chilenos, pero ha de pasar a la historia como algo que nos sucedió sin remedio a todos los hombres de este tiempo, que se quedó en nuestras vidas para siempre”, concluyó Gabo.
“El arte es un instrumento para hablarle a la gente de lo injusto”, dijo en Quito el director Littín, al presentar el filme.
Pero el premio Nobel colombiano García Márquez, dijo que “Allende murió en un intercambio de disparos con esa patrulla. Luego todos los oficiales, en un rito de casta, dispararon sobre el cuerpo. Por último un oficial le destrozó la cara con la culata del fusil. La foto existe: la hizo el fotógrafo Juan Enrique Lira, del periódico El Mercurio, el único a quien se permitió retratar el cadáver. Estaba tan desfigurado, que a la Sra. Hortensia Allende, su esposa, le mostraron el cuerpo en el ataúd, pero no permitieron que le descubriera la cara.
El drama ocurrió en Chile, para mal de los chilenos, pero ha de pasar a la historia como algo que nos sucedió sin remedio a todos los hombres de este tiempo, que se quedó en nuestras vidas para siempre”, concluyó Gabo.
“El arte es un instrumento para hablarle a la gente de lo injusto”, dijo en Quito el director Littín, al presentar el filme.