Empezó en
Brasil, sigue en Panamá. ¿Llegará a Ecuador?
De
Odebrecht se ha sabido que preparó los pliegos de un proyecto que fue
adjudicado a ellos mismos.
Opinión de Guillermo A. Cochez en Estrella de Panamá
Opinión de Guillermo A. Cochez en Estrella de Panamá
Al escuchar
al presidente de la República responder a pregunta sobre últimas revelaciones
de Odebrecht que a él solo le ‘preocupaban las obras y los puestos de trabajo',
quedé atónito. No podía imaginar semejante respuesta. O sea que para él no era
importante que el representante de Odebrecht en Panamá, André Rabello, que me
imagino que es su ‘amigo', hubiese confesado en su país que el Pliego de Cargos
para el multimillonario proyecto del Saneamiento de la Bahía, aún en proceso,
hubiese sido preparado por gente de la empresa brasileña para que su misma
empresa se lo ganara.
Eso fue el
miércoles 16 de noviembre. Pensé, quizá ingenuamente, que el Ministerio Público
llamaría al día siguiente —18— temprano a Rabello a que explicara lo que se
publicó en Brasil sobre él; me equivoqué. Que de inmediato le pondrían una
medida cautelar para que no abandonara del país; me equivoqué. Que el MOP,
raudo y veloz, ordenaría que los diversos trabajos que Odebrecht le hace al
Gobierno actualmente, incluyendo el relacionado con la Bahía de Panamá, fuesen
interrumpidos e intervenidos. Me equivoqué. Pensé que se tendrían noticias
sobre este escándalo de la Contraloría; pero igualmente me equivoqué.
De
Odebrecht se ha sabido que preparó los pliegos de un proyecto que fue
adjudicado a ellos mismos. ¿Cuánta coima tuvieron que repartir para que aquello
ocurriera? Que, según el publicista Joao Santana, fue esa empresa la que pagó
millones por la asesoría política del candidato presidencial de Cambio
Democrático, José Domingo Arias.
Odebrecht rompió el silencio y amenaza a varios presidentes