El Telégrafo
vuelve hoy a descalificar a La Estrella de Panamá. Le dedica la portada y toda
una página interior al director del diario, al que además, la asambleísta
Gabriela Rivadeneira califica de ‘amarillista’. Típico del Correísmo, matar al mensajero si no les gusta la noticia.
Pero el tema en discusión es si el vice Jorge Glas está o no implicado en
alguna irregularidad de las que denuncian. Lo otro es paja sin valor, y de muy
mal gusto en un medio supuestamente público.
Los deseos y la realidad
Lo otro lamentable del diario oficialista es el título y contratapa dedicada a la elección en EE.UU.
Tituan: ‘Hillary Clinton gana dos de tres enclaves de Nueva Hampshire’. ¿Qué importancia tiene ese dato hoy? ¿Se enteraron que ganó Trump? Entre más de 600 funcionarios, ¿no hay alguno que pueda quedarse un poco más tarde y redactar algo actualizado? El Telégrafo sin GPS ni Google.
Los deseos y la realidad
Lo otro lamentable del diario oficialista es el título y contratapa dedicada a la elección en EE.UU.
Tituan: ‘Hillary Clinton gana dos de tres enclaves de Nueva Hampshire’. ¿Qué importancia tiene ese dato hoy? ¿Se enteraron que ganó Trump? Entre más de 600 funcionarios, ¿no hay alguno que pueda quedarse un poco más tarde y redactar algo actualizado? El Telégrafo sin GPS ni Google.
Como 'no hay dos sin tres' el diario oficialista de Ecuador se pierde en el sur del continente que ocupa y confunde Uruguay con Paraguay. 'Reelección presidencial abre debate en Uruguay' (Breves, pag 15), titula el diario y dice que hay 'una fuerte polémica' por el proyecto del presidente Horacio Cartes para presentarse en las elecciones de 2018. El presidente uruguayo, por si tampoco tienen Google, es Tabaré Vázquez. La credibilidad es uno de los mayores capitales de un medio. No creo que ningún diario, por poco serio que sea, podría confundir Ecuador con Colombia o Perú en alguna noticia.
Como dije alguna vez, algunos diarios publican solo dos verdades: la fecha y el precio. En el caso de El Telégrafo, ni lo segundo es enteramente cierto porque también lo regalan.