Su último programa, el primero que vi, fue transmitido por Gamatv, ECTV y TC, el grupo nacional, dos de los cuales Gamatv y TC, fueron incautados hace años, y en vez de ser privatizados en seis meses, como prometió Correa, han sido utilizados inmoralmente en beneficio de la propaganda del Estado.
En el programa que vi, el español Fernando Casado se propuso, como toda la tendencia oficial salvaje, criticar al candidato opositor Guillermo Lasso, y descalificar a Nebot, Viteri y Moncayo a quienes ridiculizó presentando videos de archivo con sus declaraciones.
También contó con los invitados, Santiago Basabe y Pedro Moncada. Al primero intentó, sin lograrlo, inducirlo a destacar logros de Correa, mientras que con el segundo invitado no fue necesario. En vez de analizar situaciones, como analista invitado, se despachó con un insistente discurso proselitista en favor del gobierno y el continuismo con Lenín Moreno.
Pero también el presentador, Casado, parece haberse casado con el oficialismo. ¿A qué precio? ¿Por el espacio televisivo? Entre las contradicciones más evidentes que tuvo fue reclamar ética y rigor periodístico en los medios privados. Además, hubo claros sesgos en sus presentaciones, al tildar de ‘connivencia’ de sectores políticos en la oposición y ‘alianzas contra natura’.
Y si en el bloque con los invitados, la parcialidad del ‘analista’ Casado no hubiera quedado clara, se completó con el alevoso aporte del escritor Edgar Allan García, que para quien tenga alguna duda es columnista contratado en El Telégrafo y en ECTV, donde coincide que siempre alaba al gobierno.
Con su mirada oficialista, criticó a los medios privados por ‘su parcialización evidente’, sin ningún prurito, cosa que no parece ver en los medios por donde él y el español Casado se pasean casi a diario.
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