En Manabí. Foto, min. Interior Ec. |
El cristianismo lo maquilló con la figura del obispo
cristiano griego Nicolás, del siglo IV en Anatolia, en la actual Turquía.
Se sabe que nació en Licia, Asia Menor, a finales del siglo
III y era una de las figuras más veneradas de la Edad Media.
De una familia adinerada, cuando murieron sus padres dedicó
su vida a la religión y los niños, entre los que repartió su fortuna.
El reparto de juguetes habría comenzado en el Imperio
Romano, en las fiestas religiosas.
San Nicolás, se arraigó en Holanda en el siglo XIII, con
barba blanca, ropas religiosas, una bolsa de regalos para los niños y montado
en un burro.
La imagen actual ha ido cambiando. En un poema escrito por
Clement C. Moore en 1823, dejó el trineo con un caballo blanco por otro tirado
por renos, guiado por un hombre alegre, gordo y de baja estatura.
Más adelante, Thomas Nast, lo dibujó vestido de rojo, gorro
y botas altas, en el entorno del polo norte. Pero no fue hasta 1931 cuando la
marca Coca Cola de dio su actual aspecto.
Y en Ecuador, terminó de modernizarse. En un acto
benéfico organizado por la policía, llegó en helicóptero a Portoviejo, provincia de Manabí, donde para
sorpresa y delicia de cientos de niños, bajó de las alturas, repartió regalos y
celebró el último día de la novena con banda musical y pesebre viviente, lo que
siguió varias horas con la presentaron grupos artísticos.