ALGUIEN LO TIENE QUE DECIR


OPINIÓN AJENA

Viste, el negocio es ser asambleísta (…), ese man ha comido hasta ahora, entre los tres hospitales, como USD 2 millones.
Uno de los mensajes en el teléfono de José Alfredo Santos (alias Chofer), uno de los hombres cercanos al exasambleísta preso Daniel Mendoza, en la trama de corrupción de la adjudicación de obras en Manabí.
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CON 'LOS CINCO SENTIDOS DEL PERIODISTA', según Ryszard Kapuściński (1932-2007).

Fútbol, pasión que nos globaliza y obnubila

Uruguayos en Quito, por Adriana Soto.
Opinión El empate 1 a 1, no buscado por ninguno de los dos, es justo; los dos suman y conservan las primeras posiciones en la clasificación. Aunque claro, falta mucho por ver la pelotita rodar.
Ecuador salió a la ofensiva y sorprendió a Uruguay a los 5’con un penal que cobró bien el árbitro paraguayo, y si no lo hubiera hecho, igualmente, el delantero Felipe Caicedo, iba directo al gol. Este balde de agua fría, en un Estadio Centenario repleto, sosiega a cualquiera...

Y, creo, fue lo que pasó con Uruguay, que tenía otro planteo al comienzo del partido. Pero el fútbol, pasión de multitudes, se juega casi más intensamente fuera de la cancha. Desde muy temprano creció el tráfico de mensajes por internet, achicando la Tierra y reencontrando amistades y afectos. En Ecuador, se dice que hay unos 500 uruguayos, que nos distribuimos, especialmente en Guayaquil y Quito. Muchos, son futbolistas destacados que ganaron títulos y el cariño de los ecuatorianos. En Quito, algunos compatriotas rumbearon de tarde hacia Parrillas Uruguayas, del ex futbolista uruguayo, José María Muñiz, que suele ser lugar de reencuentros con carnes, trucos y mateadas. En ese grupo, comenzamos el intercambio de mensajes, que salían de Quito y llegaban hasta Alemania, donde Pedro, por ejemplo, luchaba contra el cambio horario y el idioma, por saber si vería el partido en televisión. Aquí no estaba del todo claro, por la habitual dictadura de los cables. Pero finalmente, se vio por Gama y TC.
Las bromas fueron surgiendo, con la intervención de algún ecuatoriano, con quienes claro, en estos casos se nos cruzan las emociones.

Quienes me conocen, y por el ejercicio profesional, saben que procuro ser lo más objetivo posible. Aplaudo el buen fútbol, sea de Ecuador, Uruguay, o cualquier picado en un campito. Porque el fútbol, aunque sea un millonario negocio, que obnubila a muchos, estupidiza a otros, y nos apasiona a la mayoría, no deja de ser un juego. Y en mi caso, por haber jugado, además, sé que si no hay diversión no hay buen fútbol. Lo del árbitro paraguayo, Amarilla de apellido y sus amarillas tarjetas, creo que estuvo correcto. Por televisión con más de diez cámaras resulta fácil ver lo que él no ve, y condenarlo. Lo que suele hacerse desde la pasión y falta de objetividad. Por ejemplo, los ecuatorianos vieron como no cobró otro penal contra Chucho Benítez, mientras los uruguayos quizá vemos, por qué no lo expulsó por simular. Lo que solo él sabrá.
Otro elemento que grafica bien la falta de objetividad es la de los relatores de los dos canales, Pancho, 
Diego y un comentarista que desconozco. Empezararon relatando el partido como si Ecuador fuera el Barça en su mejor momento e insistiendo que fuera ‘muy superior’ a Uruguay, y luego, rogando que se terminara el partido, cuando Uruguay apabullaba a la Tri en el final.
Claro, de ese relator, que a Falcao le dice medio tiempo Puma y otro tiempo Tigre, como es, que confunde a Maximiliano Pereyra (rapado) en Uruguay con Alvaro
Pereyra (negro y de melena en cola), diciendo que se cambió de look, cuando siempre se rapó, o diciéndole CachabachE a Forlán en vez de su apodo Cachabacha, por una famosa bruja, no se puede esperar algo de objetividad.
Así es el fútbol, pasión de multitudes y está bien. Salvo, cuando esas pasiones se salen de control. Y todos sabemos lo que pasa.

Un mapa que preocupa

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