Hubo marchas y contramarchas. Más de mil médicos y estudiantes caminaron al ministerio de Salud. Ante la marcha de los gremios de la salud en rechazo al artículo que penaliza la mala práctica profesional, el presidente Correa dijo que no cederá a la presiones y llamó a sus partidarios a apoyarlo en la afueras de Carondelet y en todas la gobernaciones.
No parece un tema tan complejo, porque ningún médico quiere que se le muera un paciente. Pero, como con casi todo, pasa lo previsible, se politizó el problema. Y en un país tan polarizado, lo que menos se logra es consenso.