Infanta Cristina y su esposo Iñaki, en el banquillo. |
José Castro, dice en el proceso que su esposo, Iñaki Urdangarin, "difícilmente" pudo haber defraudado a Hacienda "sin, cuando menos, el conocimiento y aquiescencia" de su mujer, "por mucho que de cara a terceros" mantuviera "una actitud propia de quien mira para otro lado".
Una forma de actuar que el magistrado considera irregular
"por omisión", recalcando que no podría entenderse que la Duquesa de
Palma no estuviera "alertada" del proceder de su marido, tanto por su
"sólida formación" como por una intervención parlamentaria, en
referencia a la efectuada a principios de 2006 por el diputado socialista
Antoni Diéguez, en la que "se suscitaron dudas sobre las irregularidades
del Instituto Nóos por beneficiarse de contrataciones públicas".
En los fundamentos jurídicos, Castro se pregunta
por qué la Infanta no utilizó su "paritario potencial participativo"
en la sociedad Aizoon -de la que es copropietaria junto a su esposo y a través
de la cual se habría defraudado al fisco- para rectificar las liquidaciones
supuestamente defraudatorias de esta empresa.