En mi último libro, Secretos en jaque, en el capítulo primero sobre los Panama Papers, recuerdo aquel lamentable episodio presidencial en la siguiente forma:
Correa al ataque
Correa al ataque
Como ocurrió en Venezuela, en Ecuador desde el gobierno se apuntó a
descalificar a los periodistas. “A exigirles que revelen toda la verdad”,
publicó en Twitter el presidente de Ecuador, Rafael Correa, @MashiRafael
#QuienEsQuienPaper, con los nombres de los seis periodistas ecuatorianos Arturo
Torres, Andrés Jaramillo y Alberto Araujo, de El Comercio y Mónica Almeida, Xavier Reyes y Paul Mena de El Universo y las cuentas de Twitter de
cinco de ellos, que colaboraron en la investigación periodística del caso Panama Papers.
A eso se sumó el 6 de abril, la presidenta del Consejo de Participación
Ciudadana y Control Social (Cpccs), Yolanda González, quien llamó a una rueda
de prensa para anunciar que se identificó a los cinco periodistas que formaron
parte de la investigación de los Panama
Papers, como si hubieran cometido un delito, para exigirles entregar la
información que tengan e iniciar investigaciones propias.
La Fundación Andina para la Observación y Estudio de Medios recuerda que
la Corte y la Comisión Interamericana “han establecido que las declaraciones
estigmatizantes efectuadas por altos funcionarios públicos contra personas que
ejercen su libertad de expresión pueden ponerlos en una posición de mayor
vulnerabilidad relativa frente al Estado y determinados sectores de la
sociedad. De igual forma, la repetición de estas declaraciones puede contribuir
a exacerbar el clima de hostilidad, intolerancia y animadversión por parte de
ciertos sectores de la población frente a estas personas”. Luego, Fundamedios,
confirmó que esos periodistas fueron “reiteradamente hostilizados y
estigmatizados en una campaña de verdadero acoso que debe cesar
inmediatamente”. Tras el tuit presidencial, “las agresiones y ataques en redes
sociales no se hicieron esperar".
Una usuaria escribió a uno de los periodistas de El Comercio: “Revela la verdad maldito, REVELA LA VERDAD CORRUPTO
DE MIERDA! #PanamaPapers”. Otra cuenta afín al movimiento oficialista Alianza
País (AP) difundió fotos de los periodistas. En Facebook los calificaron como
“mercenarios”, “ratas”, “prensa corrupta” y “lacayos del imperio”, entre otros
adjetivos.
Antes, el presidente, refiriéndose a los periodistas y a la filtración
de documentos hecha por el ICIJ, se defendió al tuitear: “Casi un año pasaron
buscando algo contra el gobierno ecuatoriano y no encontraron nada. Ahora le
toca a los ciudadanos: exijamos TODA la información. La lucha ‘selectiva’
contra la corrupción sólo es... ¡más corrupción!”, y agregó un link del diario
estatal El Telégrafo, que informa en
detalle sobre cuentas en paraísos fiscales de personas vinculadas a la
oposición y empresarios del país. Aunque el medio no tiene acceso a los
documentos revelados, acompañó la noticia con la leyenda: “Lo que no
encontrarás en la prensa mercantilista”.
Curioso contraste con el tratamiento de los nombres vinculados al
gobierno, que demoraron en aparecer en ese medio oficial, y finalmente, lo
hicieron sin el destaque con letras tipo catástrofe como las usadas con los
nombres de la oposición al gobierno.
La Asamblea Nacional y el Consejo de Participación Ciudadana, con clara
integración partidaria al gobierno, buscaron también protagonismo. Integraron
una Comisión Investigadora, que en sintonía con medios oficiales, se preocupan
más de los opositores que por aclarar sobre los nombres de los funcionarios del
Estado que aparecen en los documentos de
las offshore panameñas...