Algunos presidentes breves (Reuter). |
Es claramente discriminatorio, que cualquier mortal se rompa la espalda 45 años trabajando para cobrar una miseria en la vejez, y los políticos lo hagan pocos meses o años, cuando lo hacen, y queden acomodados para el resto de sus vidas. Pero lo que resulta peor, e indigna, es que presidentes destituidos, procesados o exiliados, sigan cobrando sueldos de más de 5.000 dólares. Y como si esto fuera poco, cuando se mueren no termina la cosa. Siguen cobrando sus viudas e hijos.