Si “soñar no cuesta nada”, para qué dejar de hacerlo, si en ello además, está el combustible de nuestras vidas.
Pese a tropezones y cansancio, sigamos caminando. Guardemos lo mejor del año y tiremos lo que nos hizo mal.
Y tras estos días de reencuentro, alegría y reflexión los invito para el 2011 a sumarse a la legión del optimismo. Porque como dijo el compatriota Mario Benedetti:
Pese a tropezones y cansancio, sigamos caminando. Guardemos lo mejor del año y tiremos lo que nos hizo mal.
Y tras estos días de reencuentro, alegría y reflexión los invito para el 2011 a sumarse a la legión del optimismo. Porque como dijo el compatriota Mario Benedetti:
Contra el optimismo no hay vacunas.
A todos muchas gracias por acompañarme en esta aventura, solitaria en principio, pero grupal con vuestro aporte.
¡Felicidades!
¡Felicidades!