Muchos políticos, varias instituciones y una mayoría de gente pide a gritos que
suspendan el ‘concurso’ de frecuencias de radio y televisión. Esa maniobra del
gobierno, ya en retirada, junto a la consulta del ‘Pacto ético’ que sacó de la
galera el presidente Correa, son dos recursos extremos que, en plena campaña
electoral no hacen más que confundir y ensuciar la cancha de la elección del próximo
febrero. No se necesita ser muy ingenioso para darse cuenta que en la licitación
de frecuencias, 'debajo de la piedra está el cangrejo'. Ya se conoce la intención
de favorecer a ciertas personas y silenciar a los pocos medios críticos al
gobierno. En el caso de la propuesta de Correa para que los que tienen cuentas
en paraísos fiscales no ocupen cargos públicos, resulta un misil personalizado lanzado al
candidato presidencial de Creo, Guillermo Lasso, mientras su gobierno enfrenta
los peores escándalos de corrupción, y algunos de los propios colaboradores de
Correa fueron denunciados por tener cuentas en paraísos fiscales. Además, hasta
el nombre es desagradable; ‘Pacto ético’, cuando la ética no se pacta. Estos
parecen los últimos estertores del gobierno. Aunque durante una década casi ha
sido su sello; atacar, desmentir, descalificar o crear cortinas de humo para
que no se pueda ver lo esencial.
Foto API. Diego Oquendo, de Radio Visión y Gonzalo Rosero, de Radio Democracia, alertaron en el Consejo de Regulación y Desarrollo de la Información y Comunicación (Cordicom) ante supuestos vicios del concurso.
Foto API. Diego Oquendo, de Radio Visión y Gonzalo Rosero, de Radio Democracia, alertaron en el Consejo de Regulación y Desarrollo de la Información y Comunicación (Cordicom) ante supuestos vicios del concurso.