El "realismo mágico" de Hermel Quezada

Nací el 28 de junio de 1955, en Alamor, provincia de Loja, Ecuador. Estudié sólo un año en la Escuela Municipal Bellas Artes Juan José Plaza, de Guayaquil y un año en la Facultad de Artes Plásticas en Quito, en 1980.
Tengo más de 80 exposiciones colectivas importantes dentro y fuera del país y 10  exposiciones individuales y he recibido diez premios importantes dentro y fuera del país. 

Mi pintura está dentro del realismo mágico, alternando con pintura de colores planos (pop).

Fue el historiador y fotógrafo Franz Roh, quien usó por primera vez realismo mágico en el arte visual en 1925. Así designó un estilo de arte que aporta realismo extremo a la representación del tema mundano, revelando un misterio “interior”, en lugar de imponer lo externo, abiertamente mágico.

Mona Lisa, "lo que no sabes de mí"

En el Libro Guinness de Récords se informa que la Mona Lisa, la obra más famosa de Leonardo da Vinci, tiene el seguro con mayor valor de toda la historia de la pintura. Fue tasado en más de 100 millones de dólares el 14 de diciembre de 1962, antes de que el cuadro recorriera los Estados Unidos durante algunos meses.
Teniendo en cuenta la inflación, el valor aproximado del cuadro sería en 2006 de aproximadamente 670 millones de dólares.
Si La Gioconda, como también se la conoce, estuviera disponible, sería vendido sin lugar a dudas por cualquier cifra mayor que las subastadas recientemente.
El retrato de 1503-1519, de 77 x 53 cm, pintura al óleo sobre madera de álamo, está en el Museo del Louvre en París, protegido por cristal antibalas. 

Pobres en vida y millonarios muertos

Otro artista y sus "Habitantes de la noche" en el Paseo Pintado

Marco Martínez (Ecuador, 1953). Se graduó de arquitecto en la Universidad de Cuenca en 1977. Desde 1986 participa en exposiciones colectivas y en salones de pintura en el país.

Sus muestras individuales las realiza en galerías y museos del Ecuador desde 1987.
Su pintura vinculada con la naturaleza, empieza con la exposición “Homenaje al Bosque Tropical” en 1994.

Con la Exposición Itinerante “Equator and its natural enviroment”, en la Organización de Estados Americanos, Washington D.C., Organización Mundial de la Propiedad Intelectual, Ginebra, Suiza, y Unión Postal Universal, Berna, Suiza.

En 1998, inicia su etapa de exposiciones internacionales que lo llevaron a Estados Unidos, Francia y Suiza y Gran Bretaña. En 2003 fue invitado por “Artist for Nature Foundation”, conjuntamente con veinticinco artistas internacionales, para pintar el bosque seco entre Perú y Ecuador. Esa experiencia marcó la etapa actual de su pintura, e inclusive ha creado una nueva técnica, como aporte a la plástica ecuatoriana. 

Ha presentado exposiciones en Inglaterra, Colombia y los más importantes museos y galerías del país.

Actualmente trabaja e investiga sobre nuevas técnicas, en su taller en Cuenca de los Andes, Ecuador.

Obras de su serie "Habitantes de la noche".

Es importante su participación en las Trienales Internacionales de acuarela en Colombia. El libro “Marco Martínez y la naturaleza”, sobre su obra pictórica, fue editado por Rodrigo Villacís Molina, y presentado en la exposición que realizó en el Centro Cultural Metropolitano de Quito y en el Museo Nahím Isaias de Guayaquil en el 2008.

Desde 2006 ha pintado murales, entre los que se destaca “La Huelga de la Sal”, en la Gobernación del Azuay. Y un gran mural sobre la naturaleza que realizó en la residencia de Alvaro Noboa.

En el 2010 el Museo de Arte Moderno de Cuenca realizó su muestra antológica, en este año ilustró el Libro Signos de Identidad Cuencana. En 2012 expuso en la Galería Artemis, en Crans Montana, Suiza, en la Exposición itinerante Mujeres Andinas en Palacio de las Naciones Unidas en Ginebra Suiza y en el Instituto Cervantes de Bruselas.

“Naturaleza legado de emociones” exposición en el Centro de Gráfica Internacional Ibarra año 2016.

En el 2019 presentó la Muestra Crypticum en el Salón del Pueblo de la Casa de la Cultura Núcleo del Azuay en la ciudad de Cuenca.

“En el principio”… el universo de Betancourt

Según el Génesis (del hebreo, en el principio), “el hombre fue creado a imagen y semejanza de Dios”. Si Miguel es un caso, su talento ha creado una visión única de Quito, Ecuador, los Andes, sus paisajes y la vida. Ecuador tiene un talento artístico, tan grande como poco conocido es en el mundo. Claro hay excepciones; Miguel Betancourt, es uno de los casos, quien de joven se ha destacado a nivel nacional e internacional. 

Es con él que en Paseo Pintado iniciamos hoy nuestra muestra “virtual” para conocer su vida y sus obras. 

Miguel, luce serio y reservado, pero al abrirse en una conversación es como la diversidad de su paleta, de donde escapan colores, formas y texturas. Por ello y mucho más, sus creaciones integran colecciones en Naciones Unidas de Viena y Ginebra, en el Istituto Italo-Latino Americano, de Roma, Italia, en el Museo de Arte de las Américas de la OEA, en Washington D.C., en Slade School of Fine Art, de Londres y en manos privadas que atesoran sus cuadros con los tesoros que son. 

Nació en Quito, Ecuador, en 1958. A los 16 años ingresó al mundo del arte con Oswaldo Moreno. Y a partir de allí no para de crear, pintar, experimentar y exponer por el mundo. El artista seducido por el color diverso del amanecer y el lumínico  mediodía, se confiesa cautivado por “los atardeceres que dejan un hálito de tristeza por el tiempo ido”. Su última muestra “Transparencias del país de la mitad”, fue en México y antes inundó la Cumbre Mundial sobre Migración y Desarrollo, de Quito donde más de mil líderes mundiales y asistentes de un centenar de países pudieron disfrutar de su talento en el hall principal del Centro de Convenciones de Quito, con “Travesía desde las sombras al color del paraíso”, con 17 obras colgadas y tres ensambles. Todas creadas en papel especial, en su mayoría durante el 2019. 

"La pintura actualiza esencias culturales". Video

En esas y otras de sus obras, un estallido de colores y hermosas formas revelan una visión única de pueblos y ciudades. Miguel, dijo que “es una especie de aventura hacia el pasado mediante el uso del color y los materiales con los que, como artista visual, he podido conformar un discurso que nos remita a ese otro tiempo que nos deja una huella en el corazón y, además, nos deja pistas como si fuera un damero de una ciudad imperecedera”. 

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