Leyendo a los que leen y escriben

Poeta que sueña.
La escritora ecuatoriana Aleyda Quevedo presentó en FLACSO su séptimo hijo-libro, como le gusta decir. Con ella, empezamos un ciclo semanal para conocer en qué andan los protagonistas de las letras nacionales.

Aleyda por Aleyda
Estoy leyendo ahora mismo dos libros, Culito de Rana, del poeta colombiano Jotamario Arbeláez, una delicia de poesía por el humor y la fuerza; y la novela El cuerpo en que nací de la narradora mexicana Guadalupe Nettel, y la verdad es que me seduce y sorprende a cada página esta autora que no conocía.

Siempre leo dos cosas juntas pero en diferentes momentos, claro. Cuando siento que la poesía me absorbe demasiado paso a la novela que me da aire y es más ligera. La poesía es demasiado fuerte y te lleva a conjugar para concentrarte demasiados pensamientos y a juntar emociones de formas explosivas, por eso necesito de la novela, mejor dicho de ambas en mis momentos de lectura, me son indispensables.
Vida entre libros.
Han sido muchos libros los que han cambiado mi vida. Libros maravillosos que llegan en diferentes momentos de la vida y te cambian o marcan la mirada, muchos de verdad. Pero sin duda, uno en poesía que me cambió la vida muy joven; a los 13 años cuando comencé a escribir, fue la poesía de César Vallejo, exactamente su libro Poemas humanos. España, aparta de mi este caliz. Luego, cuando tenía 25 años, me marcaron muchas obras de Virginia Woolf, especialmente Una habitación propia y Las Olas; y ahora mismo, con casi 40 años, me están marcando mucho las novelas de Murakami, especialmente Tokio Blues.
La poesía es una manera de estar en el mundo, es una actitud y un estado de ánimo, también un tono... En la poesía encontré las respuestas que ni la política, ni la religión o el periodismo han podido darme. La poesía siempre me ha salvado, amo sus cuchillos y sus rosas... por la poesía estoy y soy...
Ver más»



CON 'LOS CINCO SENTIDOS DEL PERIODISTA', según Ryszard Kapuściński (1932-2007).

ALGUIEN LO TIENE QUE DECIR


OPINIÓN AJENA

Viste, el negocio es ser asambleísta (…), ese man ha comido hasta ahora, entre los tres hospitales, como USD 2 millones.
Uno de los mensajes en el teléfono de José Alfredo Santos (alias Chofer), uno de los hombres cercanos al exasambleísta preso Daniel Mendoza, en la trama de corrupción de la adjudicación de obras en Manabí.
www.primicias.ec


Un mapa que preocupa

Archivo del blog