John Cowpland Efe |
Nueva Zelanda, intenta reducir el impacto ambiental del derrame de un buque petrolero que encalló el 5 de octubre en el arrecife Astrolabe, a 22 kilómetros del puerto de Tauranga, mientras los ecologistas advierten que sería un desastre para la vida salvaje si las 1.870 toneladas de petróleo y 220 toneladas de diesel del buque se vierten en el océano. El gobierno de Nueva Zelanda ha calificado el hecho como la peor catástrofe marítima de su historia.