En el Día Mundial antitabaco, se sabe que cada año mueren cinco millones de personas por su consumo en el mundo y 430.000 por ser fumadores pasivos. En Ecuador, son 4.000 muertes por año.
En varios países, se ha avanzado en la legislación prohibiendo fumar en lugares públicos cerrados, como cines, bares y restaurantes. También se han aprobado políticas más severas, prohibiendo la publicidad o exigiendo que se lea en las cajillas, advertencias como; "fumar mata".
Según estadísticas, son mil millones los fumadores en el mundo.
Las industrias tabacaleras, están entre las principales empresas y, por ello, dan mucho empleo y pagan miles de millones en impuestos.
Es curioso que si algo mata, como está comprobado científicamente, los organismos como la Organización Mundial de la Salud (OMS) y países comprometidos con la salud de su población, no apliquen una política de Estado, y en consecuencia, resuelvan el trágico mal. Es decir, si prohíben fumar, ¿por qué mejor no prohíben su fabricación y venta?
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