De niño siempre me fascinaron los pájaros; por su libertad
al poder volar y sus trinos, lo que he disfrutado en varios países. Aquí en
Ecuador, eso se multiplica casi exponencialmente. Entre tanta variedad de aves,
están sus cantos suaves, fuertes, armoniosos, alegres y contagiantes…
Como en otras ocasiones, este feriado en la costa repetí el ritual del disfrute matinal, ganándole al sol. El trino de tantas aves bate cada mañana el aire al amanecer y resulta un espectáculo sinfónico, que recomiendo especialmente. Aunque no podemos compartir sus diversos y alegres trinos, aquí, al menos, unas fotos de los protagonistas.
Como en otras ocasiones, este feriado en la costa repetí el ritual del disfrute matinal, ganándole al sol. El trino de tantas aves bate cada mañana el aire al amanecer y resulta un espectáculo sinfónico, que recomiendo especialmente. Aunque no podemos compartir sus diversos y alegres trinos, aquí, al menos, unas fotos de los protagonistas.