Parque Yasuní; latidos de la selva

Vista desde Lodge

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Otro día en que le gané al sol y a los pájaros que estaban mudos por la noche. De Quito volé en avión una hora a Coca. Luego bus a Puerto Orellana. De allí, dos horas vertiginosas de lancha por el torrentoso Napo al corazón de la selva amazónica.
Trasbordo a canoas de remo por la espesura verde y sin cielo de Añangu. Sigue la travesía, recuperamos el azul en una laguna que se abre tras la selva y llegamos al Lodge Napo Wildlife Center, en el Yasuní, donde nos quedamos los periodistas invitados.
Ni la noche ni el día allí es igual para nadie. Un verdadero festival para los sentidos, al ver especies exóticas, probar sabores típicos y escuchar cantos de aves de sonoridades atípicas.
Fueron dos días de compartir experiencias nuevas a cada paso o remada, en los que contamos con la amabilidad de los indígenas.
Fue otro de varios viajes exóticos, por aire, agua y tierra a la selva amazónica. Yasuní, quiere decir Tierra sagrada. Es el Parque Nacional ecuatoriano con mayor biodiversidad del planeta, y bajo tierra hay un tesoro en petróleo, que el gobierno del presidente Rafael Correa, propone no explotar a cambio de apoyo internacional.