Ayer en una avioneta que cayó en Perú, iban prófugos de la justicia, uno Daniel Salcedo Bonilla, cercano a Bucarán y buscado por casos millonarios de corrupción en la venta de suministros al IESS. Eran cuatro pasajeros y el piloto que murió.
La avioneta voló y están prohibidos los vuelos. Lo hizo con matrícula falsa.
Salcedo viajó con identidad falsa. Y como casi todo empresario mafioso, viajó con su novia, una joven Miss de belleza.
El dueño de la avioneta, Alfredo Adum, ex ministro de Bucaram, dice que el piloto que murió, era empleado suyo, y que no volaba un minuto sin su permiso. Pero ayer desapareció por horas. Y si no se hubiese accidentado, ni sabía él, ni nosotros lo que pasaba.
A Salcedo le allanaron la casa, y entre muchas cosas, ¡tenía 657.000 dólares en efectivo! Y otro detalle, Salcedo es el dueño de una mansión en Miami, donde está pasando su cuarentena su amigo Dalo Bucaram, hijo del polémico ex presidente ecuatoriano, destituido por loco, asilado en Panamá, donde vivió como rey con sueldo pagado por los ecuatorianos, volvió libre al país y, al mejor estilo Escobar, da órdenes, grita “viva la patria” y se va a su casa, como preso o en un encierro de estilo personal.
¿Cómo la autoridad aeronáutica no controló ni pasajeros ni carga, ni plan de vuelo? Ah y había cuatro maletas, al menos una, con varios millones de dólares.