Desde Argentina, por Jorge Orduna.
Además de apoyar a Gran Bretaña, EE.UU. seguía las comunicaciones internas de los militares argentinos durante la guerra. La inteligencia argentina tenía, o debió haber tenido, elementos para sospechar que las máquinas de cifrar, un elemento esencial en una guerra, no eran seguras. De hecho, hacía ya siete años que un desertor de la CIA, Philip Agee, quien había estado destinado muchos años en Uruguay y Ecuador, había publicado un libro de muchísima difusión (Inside the Company: CIA Diary). El libro fue traducido al castellano en varias ediciones, oficiales y clandestinas, y los servicios argentinos debieron haberlo conocido...
Más en Mendozaopina.com
Además de apoyar a Gran Bretaña, EE.UU. seguía las comunicaciones internas de los militares argentinos durante la guerra. La inteligencia argentina tenía, o debió haber tenido, elementos para sospechar que las máquinas de cifrar, un elemento esencial en una guerra, no eran seguras. De hecho, hacía ya siete años que un desertor de la CIA, Philip Agee, quien había estado destinado muchos años en Uruguay y Ecuador, había publicado un libro de muchísima difusión (Inside the Company: CIA Diary). El libro fue traducido al castellano en varias ediciones, oficiales y clandestinas, y los servicios argentinos debieron haberlo conocido...
Más en Mendozaopina.com