El vicepresidente Glas "protagonista" en Crimen y castigo
El vicepresidente “oficialmente vago”, Jorge Glas, aunque no debe haber leído
Crimen y Castigo, el clásico ruso de Dostoiesky, se parece mucho al protagonista del
libro, Rodian Raskolnikov, quien cree que “existen seres no ordinarios
habilitados –y hasta obligados- a transgredir los límites legales si necesitan
llegar a un fin”, dice Javier Lara en el prólogo de la obra editada en Ecuador por Eskeletra.
En su caso, ha superado todo lo previsible, mintiendo sobre su tesis de “Ingeniero”
y luego sobre los mayores escándalos de corrupción en la historia del país con
la empresa constructora brasileña Odebrecht.
Lo último, acaba de renunciar a la vicepresidencia de Alianza País, pero no lo hace a la vice de la República, donde cobra generosamente sin trabajar, lo que en un país en crisis, es una vergüenza y hasta obscenidad.
Crimen y castigo (1866), considerada por la crítica como la
primera obra maestra de Dostoievski, es un profundo análisis psicológico de su
protagonista.