Un país partido al medio

Nunca, sin embargo, el espíritu de la discordia ha sido más poderoso que ahora. El presidente Carlos Menem, que asumió a mediados de 1989, ha dividido el país en dos: los que están con él y los que prefieren “caminar por la vereda de enfrente”. Los periodistas adictos al gobierno martillean día y noche una Letanía atroz; los disidentes, los de “la vereda de enfrente”, no son argentinos.
Tomás Eloy Martínez, en Réquiem por un país perdido.
Cualquier parecido con otra realidad es...
¿pura coincidencia?